¡Cómo no recordar una noche tan especial! David Bisbal nos ofreció en Barcelona un recital de música, luces y sonido como sólo él lo sabe hacer. Desde que salió al escenario del Palau Sant Jordi – con una americana roja, camisa blanca y pantalones negros ajustaditos – el almeriense nos deleitó con su potente voz y sus movimientos pélvicos, arrancando los aplausos del público (¡y causando desmayos de más de una fan!).
Fueron dos horas de concierto con un repertorio muy variado. Pudimos disfrutar de las canciones de su nuevo disco «Hijos del Mar», así como los grandes éxitos que le convirtieron en uno de los artistas españoles más internacionales: Silencio, Ave María, Lloraré las penas, Torre de Babel, entre otros. Con estos últimos temas, Bisbal nos dejó ver su lado «rave» con versiones más electrónicas y bailables, dando un toque discotequero a sus temas de siempre. Esta fusión de ritmos sorprendió muy gratamente a los presentes, quienes se sintieron por unos instantes en el Sónar, que se celebraba justo debajo, en la Fira de Montjuïc.
Esa noche, Bisbal también nos abrió su alma y conocimos su lado más íntimo. Luego de canciones con mucha adrenalina, llegaba el momento de interpretar los temas románticos que hicieron suspirar a sus fans. Así, el cantante aprovechó para dedicar «Lo tenga o no» a su pareja Rosanna Zanetti y recordarnos que la persona indicada llegará a nuestra vida tarde o temprano… Además nos conmovió con «Mi Princesa», canción con la que compartió escenario con Roger, uno de sus pupilos en la segunda edición de La Voz Kids. No podía faltar también su reivindicación social con «Duele demasiado», un tema que le ha hecho colaborar con UNICEF y con el que nos invita a alzar nuestras voces por la infancia.
¿Estuviste en el concierto? Si no pudiste asistir, aquí te traemos una galería con fotos exclusivas que el equipo de Cámara Flash tomó durante el concierto. Y si tuviste la fortuna de poder verlo en directo, ¡revive con nosotros esta noche mágica!